Una hermosa niña iba diariamente caminando a la escuela, solita y a pié…
A pesar del mal tiempo de aquella mañana, del viento fuerte y las nubes amenazadoras, ella seguía su camino rumbo a la escuela…
A lo largo del día el viento fue aumentando, y se fue formando una tempestad, con muchos rayos y truenos…
La madre pensaba que su hijita podría sentir miedo al volver solita en medio del temporal, ya que ella misma estaba bastante asustada…
Preocupada, rápidamente subió a su coche y se dirigió a la escuela… Luego, a distancia, avistó enseguida a la pequeña…
Lo más extraño es que a cada relámpago, la niña paraba, miraba hacia arriba y sonreía! Otro y otro trueno… Y ella siempre miraba hacia el cielo y sonreía.
Finalmente la niña subió al coche e inmediatamente la madre preguntó: -“¿Puedes contarme qué estabas haciendo, tesoro?”
Y la pequeña respondió: – “¡Sonriendo mami!” “¡Papá Dios no paraba de sacar fotos mías!”