Category: Para reflexionar


Resultado de imagen de DIBUJO BAÑERA

Durante una visita a una clínica psiquiátrica, uno de los visitantes le preguntó al director que criterio se usaba para definir si un paciente debería o no ser internado en la clínica.

– «Bueno», -dijo el director- «hacemos la prueba siguiente: llenamos completamente una bañera, luego le ofrecemos al paciente una cucharita, una taza y un cubo y le pedimos que vacíe la bañera. En función de cómo vacíe la bañera el paciente, sabemos si hay que internarlo o no».

– «Ah, entiendo» -dijo el visitante- «Una persona normal usaría el cubo porque es más grande que la cucharita y que la taza».

– «No» -dijo el director- «Una persona normal sacaría el tapón. ¿Usted qué prefiere: una habitación con o sin vista al jardín?»

Dedicado.. A todos los que pensasteis en el cubo.

Resultado de imagen de TÇÚ ERES MUY VALIOSO PARA DIOSSi no te están tratando con amor y respeto, debes revisar tu etiqueta de precio.

Tal vez lo bajaste mucho.

Así que sal del cajón de rebajas, y ponte detrás del cristal donde están las cosas valiosas.

 

¡ERES TÚ QUIEN SE PONE EL PRECIO!

Era una mañana agitada. Eran las ocho y media, cuando un señor de unos ochenta años llegó al hospital para que le quitaran los puntos de una herida en su mano. El señor dijo que estaba apurado y que tenía una cita a las nueve de la mañana.

Le pedí que tomara asiento, sabiendo que quizás pasaría más de una hora antes de que alguien pudiera atenderlo. Lo vi mirando continuamente su reloj y decidí, que ya que no estaba ocupado con otro paciente, podría examinar su herida.

Mientras le realizaba las curaciones, le pregunté si tenía una cita con otro médico esa mañana, ya que lo veía tan apurado. El señor me dijo que no, que necesitaba ir al geriátrico para desayunar con su esposa.

Le pregunté sobre la salud de ella. El me respondió que ella hacía tiempo que estaba allí ya que padecía de Alzheimer. Le pregunté si ella se enfadaría si llegaba un poco tarde. Me respondió que hacia tiempo que ella no sabía quien era él, que hacía cinco años que ella no podía ya reconocerlo.

Me sorprendió, y entonces le pregunté: “Y usted sigue yendo cada mañana, ¿aun cuando ella no sabe quien es usted?

El sonrió, me acarició la mano y dijo: “Ella no sabe quien soy, pero yo aún se quien es ella”.

Se me erizó la piel, y tuve que contener las lágrimas mientras él se iba.

Moses Mendelssohn, abuelo del conocido compositor alemán, distaba de ser guapo. Además de una estatura algo baja, tenía una grotesca joroba.

Un día visitó a un mercader de Hamburgo que tenía una hermosa hija llamada Frumtje. Moses se enamoró perdidamente de ella, pero a ella le repelía su apariencia deforme.

Cuando llegó el momento de despedirse, Moses hizo acopio de su valor y subió las escaleras hasta donde estaba el cuarto de aquella hermosa joven, para tener la última oportunidad de hablar con ella.

File:Mendelssohn, Lessing, Lavater.jpgEra tan hermosa, pero a Moses le entristecía profundamente su negativa a mirarlo. Después de varios intentos de conversar con ella, le preguntó tímidamente: – ¿Crees que los matrimonios se crean en el cielo?

– Si– respondió ella, todavía mirando al suelo – ¿Y tú ?…

– Si, lo creo – contestó -. Verás. En el cielo, cada vez que un niño nace, el Señor anuncia con que niña se va a casar. Cuando yo nací, me fue señalada mi futura esposa. Entonces el Señor añadió: “Pero tu esposa será jorobada”. Justo en ese momento exclamé: “Oh, Señor, una mujer jorobada seria una tragedia, dame a mi la joroba y permite que ella sea hermosa”..

Entonces Frumtje levantó la mirada para contemplar los ojos de Moses y un hondo sentimiento la conmovió. Alargó su mano y se la dio a Moses. Tiempo después, ella se convirtió en su esposa.

Muchas veces, los prejuicios que tenemos al estar o convivir con personas distintas a nosotros, nos impiden entender y ver con los ojos del amor.

Resultado de imagen de presoDos hombres, habían compartido injusta prisión durante largo tiempo en donde recibieron todo tipo de maltratos y humillaciones. Una vez libres, volvieron a verse años después.

Uno de ellos le preguntó al otro:

-¿Alguna vez te acuerdas de los carceleros?

-No, gracias a Dios, yo lo olvidé todo -contestó-.

-¿Y tú?

-Yo continúo odiándolos con todas mis fuerzas -respondió el otro-.

Su amigo lo miró unos instantes, luego dijo:

-Lo siento por ti. Si eso es así, significa que aún te tienen preso.

Y tú que lees esto… ¿perdonas y eres libre o estás preso del odio?

Resultado de imagen de un pobre anciano en una iglesiaTodos los días al mediodía, un pobre anciano entraba en la iglesia del pueblo y pocos minutos después salía. Un día el sacerdote del lugar le preguntó lo que venía a hacer (pues existían muchos objetos de valor en la parroquia).

“Vengo a rezar” -respondió el anciano.

“Pero es muy raro que usted consiga rezar tan rápido” -le dijo el sacerdote.

-El anciano respondió: «Yo no sé recitar oraciones largas, pero todos los días al mediodía, entro en la iglesia y solamente digo “HOLA JESÚS, SOY JUAN”. En un minuto ya estoy de salida. Es solamente una pequeña oracioncita, pero tengo la plena seguridad que Él me escucha”.

Algunos días después, Juan sufrió un accidente y fue internado en el hospital. Juan pasó a ejercer una gran influencia sobre todos. Los enfermos más tristes se volvieron alegres y muchas risas comenzaron a ser oídas.

La religiosa que lo atendía le dijo: “Los otros enfermos dicen que fue usted quien cambió todo por aquí. Ellos dicen que usted está siempre alegre”

“Es verdad, estoy siempre alegre. Es por causa de la visita que recibo todos los días. ¡Me deja muy feliz!”.

La religiosa se quedó sorprendida. Ella se había dado cuenta que la silla al lado de la cama de Juan estaba siempre vacía. Juan era un anciano, sin nadie. ¿Qué visita? ¿A qué hora?

Con un brillo especial en los ojos Juan respondió: “Todos los días al mediodía, Él viene, se queda al lado de mi cama y cuando lo miro, él sonríe y me dice:

“HOLA JUAN, SOY JESÚS”

«La dulzura de Dios»

Resultado de imagen de la dulzura de diosUn día, la profesora, preguntó a los niños quién sabría explicar quién es Dios.

Uno de los niños levantó el brazo y dijo: “Dios es nuestro Padre, Él hizo la tierra, el mar y todo lo que está en ella; nos hizo como hijos suyos”.

La profesora queriendo buscar más respuestas fue más lejos. “¿Cómo sabéis que Dios existe si nunca lo habéis visto?” La clase quedó en silencio.

Un niño muy tímido, alzó la mano y dijo: “Mi madre me dijo que Dios es como el azúcar en la leche que ella me prepara todas las mañanas. Yo no veo el azúcar que está dentro de la taza de leche, pero si ella no pone el azúcar, la leche queda sin sabor. Dios existe y está siempre en medio de nosotros, sólo que no lo vemos. Pero si Él no está, nuestra vida queda sin sabor”.

La profesora sonrió y dijo: “Muy bien, yo os he enseñado muchas cosas, pero tú, me has enseñado algo más profundo que todo lo que yo ya sabía. Ahora sé que Dios es nuestra azúcar y que está todos los días endulzando nuestras vidas”.

Le dio un beso y salió sorprendida con la respuesta de aquel niño.

Y tú, ¿has descubierto ya a Dios en tu vida?

“Sosiego”

Un sabio insistía a su discípulo, una y otra vez, sobre el sosiego.

– Deja que tú mente se remanse, se tranquilice, se sosiegue. Silencia el griterío de tus pensamientos.

– Pero, ¿qué más? -preguntaba impaciente el discípulo.

– De momento, sólo eso.

Y cada día exhortaba al discípulo a que se sosegase, superando toda agitación, y encontrase un estado interno de quietud.

Un día, el discípulo, harto de recibir siempre la misma instrucción, preguntó: – Pero, ¿por qué consideras tan importante el sosiego?

El sabio le dijo: – Acompáñame. Y lo condujo hasta un estanque y con un palo comenzó a agitar sus aguas. Entonces, preguntó: – ¿Puedes ver tú rostro en el agua?

– ¿Cómo lo voy a lograr si el agua está agitada? Así no es posible -protestó el discípulo pensando que el maestro se burlaba de él.

– De igual manera, mientras estés agitado no podrás ver tu rostro ni el de los demás.

Imagen relacionadaNicolo Paganini es considerado como uno de los más grandes violinistas de todos los tiempos.

Se cuenta que en cierta ocasión se dispuso a actuar en un gran teatro lleno de público que le recibió con una gran ovación.

Cuando levantó el arco para empezar a tocar su violín, se dio cuenta, consternado, que no era el suyo.

Para un músico como él esto era inaudito y se sintió muy angustiado sin su querido violín. No obstante, comprendió que no tenía otra alternativa que iniciar el concierto y empezó a tocar.

Se cuenta que ese fue el mejor concierto de su vida. Una vez terminada la actuación, y ya en su camerino, Paganini, hablando con otro músico compañero suyo, le hizo la siguiente reflexión:

Hoy he aprendido la lección más importante de toda mi carrera. Hasta hace escasos momentos, creía que la música estaba en el violín, pero me he dado cuenta de que la música está en mi y que el violín sólo es el instrumento por el cual mis melodías llegan a los demás.

Imagen relacionadaUn día un discípulo le preguntó a un gran sabio anciano: – «Quiero saber, ¿qué es lo más curioso de los seres humanos?»

«Que piensan siempre al contrario» – respondió el anciano.

«Tienen prisa por crecer, y después suspiran por la infancia perdida».

«Pierden la salud para tener dinero, y luego pierden el dinero para obtener salud».

«Piensan tan ansiosamente en el futuro que descuidan el presente, y así, no viven ni el presente ni el futuro».

«Viven como si no fueran a morir nunca y mueren como si no hubiesen vivido».